El hombre amado liberado por Dios

El hombre amado liberado en Dios

El hombre creado por Dios a su imagen y semejanza, totalmente libre, se enfrenta a su creador. Pero ese mismo hombre es amado por Dios y en la historia de salvación se descubre ese amor tanto en el AT como en el NT. En el AT la salvación se le ofrece al pueblo de Israel y en ellos serian bendecidos otros pueblos. En el NT continúa esa misma llamada comunitaria de salvación, a todos los miembros de la comunidad formada por los discípulos de Jesús y su Iglesia.
Cuando Dios se manifiesta a los hombres, los coloca en el centro del jardín, superior a las demás criaturas, y su relación es de personas amigas. Dios llama al hombre, un ser limitado, inferior a él a vivir a su mismo nivel, pero le pone una condición, debe aceptar esta invitación divina. En el Concilio Vaticano II en la DV se recoge:

“Queriéndose abrir el camino de la salvación sobrenatural, se manifestó, además, personalmente a nuestros primeros padres ya desde el principio”.

Dios, ante la alienación del hombre, promete una reconciliación, un nuevo Adán para elevar al hombre caído a una nueva creación por amor. Dios actúa en la historia y prepara el acontecimiento del nuevo Adán eligiendo un pueblo hasta alcanzar la plenitud de los tiempos. Un pueblo elegido por El, con grandes patriarcas que mostraron su fe en ese Dios que los había elegido. Sosteniendo esta hipótesis, Fries afirma:

“Con Abrahán nace la historia de la salvación propiamente dicha, que consiste en la elección de un pueblo por parte de Dios como instrumento para la realización del plan salvífico, una vez que la humanidad era incapaz de reencontrar por sí sola la comunión con Dios perdida por el pecado”.

Esta revelación que comienza en Abrahán está totalmente proyectada hacia el futuro, es una revelación como promesa. Dios espera una respuesta basada en la fe y la obediencia; toma la iniciativa, se la hace a un mediador hacia su pueblo y este mismo Dios se implica en la alianza establecida entre ellos.
Esta revelación también está presente en Moisés , aunque este parece dudoso a la hora de aceptar, Dios lo elige para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud, convirtiéndose este acontecimiento como el hecho fundamental en la historia de salvación del AT. Estable una alianza con el, en la que Dios se manifiesta y se comunica, revela su nombre, lo elige como pueblo y de esta experiencia nace la fe de Israel. Von Rag afirma que de esta experiencia, en el que el pueblo de Israel constata la intervención salvífica de Dios, tiene origen el monoteísmo bíblico.



Analizando el desarrollo de la historia de Israel podemos identificar los rasgos de la Revelación en el AT:
1º Es un revelación interpersonal entre Dios y el hombre
2º Esa relación se produce por iniciativa de Dios
3º La religión del AT es la religión de la palabra escuchada
4º Esta palabra exige Fe y cumplimiento
5º Esta revelación está orientada hacia el futuro, adquiriendo un carácter escatológico y mesiánico
6º Esta revelación exige una adhesión personal, como respuesta del hombre a Dios que se revela
7º Es una actitud de fe confiada
8º Es tomar conciencia de que Dios es el garante de la fe
9º Es el convencimiento de la necesidad de conversión
Se puede concluir que la fe en el Antiguo Testamento es escucha, confianza y adhesión al Dios de las promesas. Al Dios fiel, la roca firme sobre la que el hombre puede asentarse.
Toda la revelación del AT hacía que el pueblo esperara el cumplimiento de la promesa de Dios de la venida del Mesías, una orientación hacia el futuro. Y el NT es el cumplimiento de la revelación, donde la promesa se hace realidad.

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