INTEGRACIÓN DE LOS ALUMNOS CON DISCAPACIDAD PSÍQUICA EN IES

INTEGRACIÓN DE LOS ALUMNOS CON DISCAPACIDAD PSÍQUICA EN IES
Hemos dicho anteriormente que los alumnos se integran en los Institutos de Educación de Enseñanza Secundaria en el año 1992 y ha sido la profesionalidad de algunos docentes la que ha permitido que esta integración se lleve a cabo porque la legislación ha sido posterior a la escolarización y se producía un vacío legal solventado por los mismos profesores.
Esta integración en los Centros de Secundaria presenta algunas dificultades
1º Aumento de la distancia entre las capacidades de los alumnos. A medida que avanzan en edad cronológica se van distanciando en el nivel de conocimientos y de capacidades del resto de los compañeros. Hay que utilizar elementos de la escuela ordinarios, tanto materiales como personales, pero adecuándolos a sus capacidades. Por lo tanto se eliminaran o introducirán nuevos objetivos, contenidos, actividades, etc. Se priorizará áreas o se modificará la mayor parte de ellas para desarrollar al máximo las capacidades. Si es necesario, se modificará la organización del Centro para formar adultos responsables, capaces de desenvolverse en la vida. Una de las normas que más ha perjudicado a estos alumnos es la de incorporarlos en el aula que le corresponde con su edad. En Secundaria, a pesar de estar con sus compañeros de edad cronológica parecida, no es real su edad mental. Otro inconveniente que se presenta en los IES, es que no se pueda eliminar áreas o materias. Se pide adaptaciones curriculares con eliminación de objetivos, contenidos o criterios de evaluación, pero en algunos casos se hace imposible adaptar el currículo a las capacidades, ya que si no conocen las áreas instrumentales no se podrán adaptar los currículos de tercero de ESO. Por otra parte, la falta de lenguaje y el ritmo de trabajo de algunos alumnos no permite adaptar ese currículo. Esto está produciendo ansiedad en los docentes, y los Equipos Directivos encuentran gran complejidad en establecer los horarios de los profesionales para coordinación y apoyo.
2º Se integran socialmente con mayor dificultad que los compañeros de su edad. Por no comprender las situaciones sociales y no aprender las claves que rigen la conducta adaptada poseen pocas estrategias para iniciar y mantener una reciprocidad. Además, también suelen ser más frágiles físicamente, por lo que es mayor el absentismo escolar y ello conlleva a aumentar la dificultad en la relación social.
3º Falta de abstracción. A medida que estos alumnos tienen más dificultades desde el punto de vista de desarrollo mental, tienen menos poder de abstracción, e incluso, no llegan a la adquisición del pensamiento lógico-abstracto, quedándose en el pensamiento concreto. La dificultad de abstracción y los problemas de generalizar los aprendizajes, hace necesario una globalización e interrelación de objetivos compartidos por todas las áreas del currículo. En ESO, sobre todo en el segundo ciclo, se da poco la globalización, ya que se van especializando las áreas y materias.
4º Falta de atención. Tienen dificultades en mantener la atención durante períodos prolongados. Esto hace que la entrada de información se vea reducida. Es necesario una presentación más minuciosas de las actividades, una presentación de la información donde se combinen diferentes canales, y una redundancia en los contenidos que les permita centrar la atención con menos fatiga y compensar las dificultades de percepción y discriminación. Esta medida sería de gran utilidad para todos los alumnos, pero el ritmo de trabajo y de progresión se vería limitado, no pudiendo alcanzar los objetivos y contenidos establecidos.
5º Los Centros de Secundaría difieren de los de Primaria en la organización de tiempos. Es una organización más rígida y dificulta la convivencia con estos alumnos. Cada grupo de alumnos tiene nueve o diez profesores impartiendo materias cuyo horario es de 3 o 4 horas semanales. El tutor del grupo sólo permanece ese período y una hora más de tutoría. Los alumnos con discapacidad psíquica suelen ser excesivamente dependientes de los adultos y con poca autonomía por lo que, sobre todo al principio de la escolaridad en los IES, se sienten perdidos y con problemas de identificación.
6º Los profesores imparten tres o cuatro horas semanales con cada grupo, y para cumplir el horario establecido por el MEC en ocasiones dan clases a 5 o 6 grupo de alumnos. Cada grupo tiene una media entre 25 alumnos, si hay alumnos de integración, o 33 que es lo permitido por la Ley, por lo que un profesor de Secundaria daría clase a 150/180 alumnos a la semana. Cuando se habla de educación se dice que en la antigüedad aprendían los hijos de los padres, porque “sabían, querían y podían” enseñarle. A medida que se van perfeccionando y aumentando los conocimientos, llega un momento que no saben, por lo que empiezan a buscar a alguien con conocimientos suficientes de materia a enseñar; el tener que trabajar fuera del hogar, dificulta poder transmitir los “saberes” a sus hijos; y el llegar tan cansados, u otros motivos, hace que no quieran. Depositan toda la educación en los profesores y estos no pueden suplir el derecho de los padres a la educación. Si los alumnos además presentan deficits, necesitan más tiempo para consolidar los conocimientos que el resto de los alumnos, y aunque algunos profesores quieren, a veces, no saben o no tienen tiempo para poder realizar el trabajo necesario para estos alumnos. En los Centros faltan recursos pedagógicos y personales y tiempo para coordinación entre los profesores que atienden a estos alumnos.
7º Falta de formación pedagógica del profesorado. Un profesor de Secundaria tiene conocimientos de su especialidad pero en ningún momento de su formación académica ha recibido formación psicopedagógica para atender a estos alumnos. En los Centros existen profesionales que pueden asesorarlos y orientarlos en ente camino pero debido a las múltiples funciones del orientador y al número elevado de alumnos que existen en los Centros, la ratio de los profesores de Pedagogía Terapéutica no permite dar respuesta educativa adecuada en muchas ocasiones.



8º No suelen presentar los alumnos de necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad psíquica conductas disruptivas en los Centros. Pero la repetida experiencia de fracaso, hace que muchos comportamientos sean de evitación de tareas para de esa manera no volver a fracasar. Esto puede originar ansiedad y estrés por no conseguir el éxito. Estos alumnos no presentan signos de agresividad, y su timidez le hace ser conformistas. Normalmente nos suelen ser aceptados por los compañeros y los estudios sociométricos presentan altos índices de rechazo y popularidad muy bajos. Suelen tener pocos amigos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Clasificación de valores en Ortega y Gasset

diferencia entre Sinodo y Concilio

Diferencias y semejanzas entre el Bautismo de Juan Bautista y Jesús