Los efectos de la reconciliación

Los efectos de la reconciliación

Dios, por su Hijo y en el Espiritu, en este sacramento produce los siguientes efectos:

1ª El principal, como su nombre lo indica, es que nos reconcilia con Dios, es decir, nos restituye, si la hemos perdido, la Gracia de Dios, que no es otra cosa que la participación de la Vida Divina, comunicada al hombre por el Sacramento del Bautismo. 

2º A la vez se reconcilia con la Iglesia, que como Cuerpo de Cristo, se rompe con el pecado. Y se reconcilia con toda la Creación. El pecado menoscaba o rompe totalmente la comunión fraterna (1Cor.12,26) Con el sacramento se repara esta comunión fraterna.

3º Recupera el estado de gracia si se había perdido por los pecados mortales.

4º Aumento de la fuerza espiritual para seguir en la conversión permanente.

5. El perdón de los pecados sean veniales o mortales, tiene como resultado, además, la paz y la tranquilidad de conciencia, a las que acompaña un profundo consuelo espiritual. El saberse y sentirse perdonado por Dios es una verdadera resurrección espiritual. Es un nacer de nuevo, libres por fin del peso de nuestros pecados. Se robustece la vida espiritual por la gracia.

6º La remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales;
la remisión, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del pecado.

Este sacramento de la reconciliación, como todos los sacramentos, es el fruto del sacrificio redentor de Jesús en la Cruz, que encarnándose en María por obra y gracia del Espiritu Santo, ofreció libremente su vida en sacrifico expiatorio para reparar las culpas, en obediencia plena al Padre por amor a lo creado. Conociendo la debilidad del hombre, da a la Iglesia el poder de reconciliarnos de nuevo con El.