Origen y fin del hombre

Una de la cuestiones que se plantea cualquier antropología es el origen y el fin del hombre.

En cuanto al origen la escritura reconoce una especial intervención de Dios en el origen del individuo. Pero la revelación no suple a los conocimientos paleontológicos sobre el hombre, sino que narra los origenes del hombre mediante esquemas culturales del tiempo para enseñar la situación del hombre en relación con Dios, con la comunidad humana y con el mundo material.
El problema se plantea hoy como la doctrina revelada sobre el hombre puede concebirse en una perspectiva evolucionista. Hoy se ha abandonado la idea mediante la cual Dios había intervenido especial y categóricamente, completando milagrosamente la ontogénesis de un bruto, llevandola hasta la formación de un embrión, apto para recibir un alma humana.

La acción divina necesaria para la hominización, se explica no como uno de tantos influjos estudiados por la genética sino dentro del esquema de la cooperación entre la causa principal y la causa instrumental.

¿ Y cual es el fin del hombre? En su historicidad el fin del hombre es la muerte. La doctrina cristiana dice que Dios ha creado libremente al hombre para que tenga parte en su vida bienaventurada, es decir, en su misma felicidad.
Cada hombre ha sido creado por Dios, con la cooperación de sus padres. Dios no sólo ha creado al hombre, sino que está junto a él en todo tiempo y lugar. Dios le llama y le ayuda a buscarlo, quiere que lo conozca y lo ame. Sabemos que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y por el bautismo los cristianos somos hechos hijos adoptivos de Dios, herederos de su gloria.




Dios ha creado al hombre para manifestar y comunicar su bondad y amor, de forma que pueda conocerle y amarle cada día más y así le sirva libremente en esta vida, gozando después con Él para siempre en el cielo.

Todas estas facetas explican la imagen de Dios en el hombre, esta imagen de Dios está sujeta a la historia y desde ella se construye, esta imagen es también un ser concreto, y sujeto social. Y el hombre tiene su origen en Dios y su final en Dios, prolongando la dimensión cósmica de la vida en Cristo por toda la eternidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Clasificación de valores en Ortega y Gasset

diferencia entre Sinodo y Concilio

Diferencias y semejanzas entre el Bautismo de Juan Bautista y Jesús