¿Por qué el hombre es diferente de las demás cosas creadas?

La imagen de Dios resplandece en el hombre, por el hecho de ser el hombre una persona, o sea, por estar dotado de una especial inmanencia y trascendencia y ser capaz de construir su propia existencia a través de la historia.
El hombre, por este motivo tiene una dignidad especial superior a todo el mundo material. Pero a la vez pertenece a ese mundo material, se percibe como parte de un sistema espacial y temporal. Por lo tanto el hombre es imagen de Dios, perteneciente al mundo material y diferente al mundo material.

La Escritura ve en el hombre a un ser concreto, que aún siendo material es imagen de Dios pero no nos dice cual es la estructura metafísica que hace posible esta diversidad en la semejanza en todo lo creado.

La especulación patrística estuvo influida por la cultura helenística que consideraba la hombre como un compuesto de sustancias que se fundían de forma misteriosa: espíritu, alma y cuerpo, pero introducen en esta antropología la unidad del hombre, aunque siguen adoptando la concepción según la cual el alma y el cuerpo son dos sustancias y el hombre es un compuesto. Hoy, hay visiones de la estructura del hombre sin diferentes según la ciencia que lo trate.

Benzo ss explica que hay tres actitudes posibles ante los avances de las ciencias, una sería negar las definiciones científica de naturaleza, la segunda hacer del alma un ente sobrenatural, y caer en un platonismo en el alma sería el hombre y el cuerpo su prisión verdadera y la tercera sería concebir el psiquismo humano como la estructura que organizaría a los elementos del cuerpo humanos en una unidad con características exclusivas surgidas de un proceso de evolución natural previsto y querido por el Creador.

Pero lo que haría al hombre diferente de las demás cosas creadas no es esta diferencia que se da en la naturaleza, sino que el ha sido llamado por Dios en un acto libre de su amor a contemplarle cara a cara y no sólo en el espejo oscuro de la razón, resucitándole su doble dimensión psíquica y física para toda la eternidad.

Pero la persona no está sola en el mundo, no puede estar cerrada en sí misma, sin relación intersubjetiva. Sin reloacionarse con otras personas. Dios es creador de las diversas comunidades donde se socializa el hombre, estas no tienen su origen último en el arbritio del hombre sino que son realmente objeto de lavoluntad creadora del hombre. Y la comunidad refleja la imagen de Dios, pero no cuantitativamente como suma de los individuos que los forman sino cualitativamente.

Es necesario concebir la relación entre la imagen colectiva y las imágenes individuales por analogíaa con la vida trinitaria. En el Concilio Vaticalno II se eneña: El Señor, cuando ruega al Padre que todos sean uno, como nosotros también somo uno(Jn 17, 21-229 abriendo perspectivas cerradas a la razón humana, suguiere una cierta semejanza entre la unión de las personas divina y la unión de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad. Estas semejanzas demuestran que el hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitad si no es en la entrega sincera de sí mismo a los Demás”.

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