¿Qué finalidad tiene la creación?
¿Pero que finalidad tiene la creación? ¿Y sí el hombre está en el vértice de esa creación que supone esta realidad? Desde una perspectiva antropológica ¿cómo se distingue el hombre del resto de la creación?
En la Biblia el misterio de la creación se revela dentro de una relación personal de libre donación, nunca por un impulso ciego.. Dios crea porque quiere, sin ninguna obligación ni siquiera por su propia naturaleza, con absoluta libertad, con absoluta gratuidad porque Dios actúa en el ámbito de la historia de la salvación gratuitamente concediendo su misericordia a quien quiere. .El Concilio Vaticano I afirma que Dios ha creado “con designio liberrimo” (D 3002, esto e, “con voluntad libre de toda necesidad” (D 3035).
P. DE LETTER EL ENCUENTRO PERSONAL DEL HOMBRE CON DIOS The Encounter with God, Thought, 36 Spring (1961) 5-24 preguntándose por la relación de Dios y el hombre afirma que la teología de hoy se interesa por los aspectos personalísticos y antropológicos del dogma. No satisface ya una ciencia religiosa que trate sólo de cosas, olvidando las personas. Por esto, la gracia la vemos como una vida de inserción en Cristo; la fe no es un mero creer algo, sino creer en Alguien; los sacramentos no son simples útiles, sino acciones de Jesucristo, un encuentro con Dios.
La persona sólo se da en relación y oposición a otras personas. No hay yo sin un tú. Es fácil vislumbrar la riqueza de esta concepción de la persona, que ilumina maravillosamente la vida trinitaria. Así, pues, una concepción total de la persona implica la autoconciencia del yo en oposición al tu.
R.LATOURELLELA REVELACIÓN COMO PALABRA, TESTIMONIO Y ENCUENTROLa Révelation comme parole, tmoignage et reencontré, Gregorianum, 43 (1962-I).39-54
Volvemos a preguntarnos por el fin de la creación:¿Dios al crear libremente pretenden su propio bien y entonces saca provecho de la creación? ¿pretende el bien de la criatura y entonces se convierte en dependiente de ella?
Debido a la trascendencia divina estas dos ideas son absurdas.
El fin de la creación se comprende en cuanto Dios al complacerse en su propio bien infinito, decide libremente difundir su propia bondad creando, sin sacar provecho para el y sin subordinarse a las criaturas
Dios crea para que exista la alabanza de sus criaturas, no para obtener ventaja de ellas (no crea para ser alabado) sino en cuanto el acto de alabar es un participación en la vida trinitaria y, por consiguiente, un valor digno de la complacencia divina. El Concilio Vaticano I enseña que la finalidad del creador es la manifestación y la comunicación de su propia bondad entendida en el sentido del ejemplarísimo y en la alabanza de las criaturas racionales.
La comunicación más perfecta de la bondad divina consiste en la participación de los hombres en la vida trinitaria (o sea en la gozosa contemplación de la belleza trinitaria). El único fin de la humanidad tiene que ser la comunión con el Dios uno y trino que es pura gracia y que la da sin merecimiento por parte del hombre, sino por que Dios quiere hacerlo.
En la Biblia el misterio de la creación se revela dentro de una relación personal de libre donación, nunca por un impulso ciego.. Dios crea porque quiere, sin ninguna obligación ni siquiera por su propia naturaleza, con absoluta libertad, con absoluta gratuidad porque Dios actúa en el ámbito de la historia de la salvación gratuitamente concediendo su misericordia a quien quiere. .El Concilio Vaticano I afirma que Dios ha creado “con designio liberrimo” (D 3002, esto e, “con voluntad libre de toda necesidad” (D 3035).
P. DE LETTER EL ENCUENTRO PERSONAL DEL HOMBRE CON DIOS The Encounter with God, Thought, 36 Spring (1961) 5-24 preguntándose por la relación de Dios y el hombre afirma que la teología de hoy se interesa por los aspectos personalísticos y antropológicos del dogma. No satisface ya una ciencia religiosa que trate sólo de cosas, olvidando las personas. Por esto, la gracia la vemos como una vida de inserción en Cristo; la fe no es un mero creer algo, sino creer en Alguien; los sacramentos no son simples útiles, sino acciones de Jesucristo, un encuentro con Dios.
La persona sólo se da en relación y oposición a otras personas. No hay yo sin un tú. Es fácil vislumbrar la riqueza de esta concepción de la persona, que ilumina maravillosamente la vida trinitaria. Así, pues, una concepción total de la persona implica la autoconciencia del yo en oposición al tu.
R.LATOURELLELA REVELACIÓN COMO PALABRA, TESTIMONIO Y ENCUENTROLa Révelation comme parole, tmoignage et reencontré, Gregorianum, 43 (1962-I).39-54
Volvemos a preguntarnos por el fin de la creación:¿Dios al crear libremente pretenden su propio bien y entonces saca provecho de la creación? ¿pretende el bien de la criatura y entonces se convierte en dependiente de ella?
Debido a la trascendencia divina estas dos ideas son absurdas.
El fin de la creación se comprende en cuanto Dios al complacerse en su propio bien infinito, decide libremente difundir su propia bondad creando, sin sacar provecho para el y sin subordinarse a las criaturas
Dios crea para que exista la alabanza de sus criaturas, no para obtener ventaja de ellas (no crea para ser alabado) sino en cuanto el acto de alabar es un participación en la vida trinitaria y, por consiguiente, un valor digno de la complacencia divina. El Concilio Vaticano I enseña que la finalidad del creador es la manifestación y la comunicación de su propia bondad entendida en el sentido del ejemplarísimo y en la alabanza de las criaturas racionales.
La comunicación más perfecta de la bondad divina consiste en la participación de los hombres en la vida trinitaria (o sea en la gozosa contemplación de la belleza trinitaria). El único fin de la humanidad tiene que ser la comunión con el Dios uno y trino que es pura gracia y que la da sin merecimiento por parte del hombre, sino por que Dios quiere hacerlo.
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