¿Se aniquilará el hombre ante la revolución tecnológica?

¿Cabria preguntarse si los rasgos del hombre postmoderno de la tercera ola anunciada por Tooffler aniquilará al Hombre? ¿Hay esperanza?
El Concilio Vaticano II hace una valoración positiva del progreso técnico. “ El progreso humano se inscribe en el plan de Dios que crea al hombre dándole el mandato de dominar la tierra. Responde, por tanto, a la voluntad de Dios y es, por lo mismo, bueno. Los adelantos técnicos deben mirarse como signos de la grandeza de Dios y están en consonancia con el mensaje cristiano de participar en la edificación del mundo” (GS 34 y 37) . “Existe también el peligro de que el hombre, confiando en sus inventos, crea que se basta a sí mismo y se desentienda de la búsqueda de valores más altos” (GS 57)..
Juan Pablo II dijo a los hombres de ciencia españoles en una conferencia (1982): “La Iglesia apoya la libertad de investigación, que es uno de los atributos más nobles del hombre. A través de su búsqueda, el hombre llega a la Verdad: uno de los nombres más hermosos que Dios se ha dado a sí mismo”
Por lo tanto, se puede concluir que todos estos avances científicos, tecnológicos, hacen al hombre creado, creador, y son buenos en sí mismo, sólo se pervierten en cuanto se utilizan para deshumanizar al hombre. El avance, el progreso, el avanzar en la ciencia no sólo es conveniente sino necesario en la historia de la Humanidad y en la historia de la Salvación, porque Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza y Dios creador del hombre lo creó creador.