Educar en libertad

Es imprescindible para educar a nuestros hijos en libertad, que cuando vean la televisión, establecer unos criterios como limitar el tiempo ante el televisor, no tener la televisión continuamente encendida y ver todos los programas, darles alternativas para distraerse, ver la televisión juntos, hablar sobre los que se está viendo porque los efectos que produce la permanencia excesiva ante la pantalla de TV son perjudiciales ya que produce: trastornos de sueño, consumismo, falta de desarrollo social, pasividad, tendencia a confundir lo imaginativo con la realidad, tolerancia a la violencia y a las conductas delictivas, falta de incitativa y de creatividad.
Los videojuegos son una de las actividades de ocio preferida por muchos niños aunque son caros, producen nerviosismo y ansiedad, transmiten valores inapropiados, pueden producir aislamiento y falta de socialización y crean adicción, pero favorecen la capacidad espacio temporal, aumentan la coordinación viso motora, desarrolla reflejos y la memoria, se potencia el instinto de superación, proporciona rapidez de pensamiento y estimulan la concentración.


Pueden y deben ser utilizado por los niños siempre que los padres establezcan unas pautas de actuación como son seleccionar los juegos y marcarles un tiempo.
El uso de Internet puede ayudar a la educación de los hijos siempre bajo la supervisión de los padres
Uno de los temas que plantean los padres es si deben darle paga o no a los niños, dinero que normalmente lo gastan en su tiempo de ocio. La actitud del niño hacia el dinero dependerá de la educación recibida, y del uso que los padres hagan de él. Hay tantas opiniones a favor como en contra en darles la paga; si se opta por entregar un dinero a los niños, se debe empezar sobre los siete años, una vez por semana dejando a ellos la administración del dinero, sin aumentarlo si se lo gastan antes de tiempo y piden más para sus caprichos. Pasados los 10 años se puede dar la paga cada 15 días o cada mes. No debe ser elevada y adecuarla a la edad del niño.
En la convivencia familiar se producen problemas de todo tipo, y si nos fijamos en los niños, podemos hablar de conductas que pueden llegar a ser problemáticas si desde un principio no se modifican.

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