¿QUÉ PUEDE HACER LA ESCUELA EN LA FORMACIÓN DE LOS PADRES?
¿QUÉ PUEDE HACER LA ESCUELA EN LA FORMACIÓN DE LOS PADRES?
¿Es obligación de la escuela la formación de los padres? ¿Es una nueva tarea, entre las múltiples que ya se han volcado en ella y ha ido asumiendo? La respuesta es una negativa rotunda, no ya porque no quiera asumirla, sino porque no debe asumirla.
La escuela puede ayudar a sensibilizar a los padres de la necesidad de esa formación, puede así mismo promover relaciones entre los padres, generar espacios para la realización de esta formación, pero nunca debe asumir la función de crear una Escuela de Padres porque es necesario para su funcionamiento estar convencidos de esta necesidad de formación, y esa necesidad debe ser sentida por ellos y dirigida por ellos mismos. En algunos momentos se ha creado escuelas de padres dentro de la Asociación de Padres y Madres de Colegios o de Institutos, y algunas funciona muy bien; en ocasiones se han creado Escuelas de Padres por parte de Ayuntamientos, y en ocasiones, la iniciativa ha surgido del Consejo Escolar de alguna Comunidad Autónoma, como la Comunidad Autónoma de Murcia, o la Consejería de Educación de Castilla - La Mancha.
La participación en estas Escuelas es muy baja, esto es un hecho real, basada en toda la bibliografía recogida y en las experiencias de los participantes en este estudio, bien porque muchos padres no disponen de tiempo, porque no consideran efectivas las sesiones, porque no pueden llevar a la práctica las soluciones por falta de estrategias, etc.
La creación de Escuelas de Padres debería tener un apoyo institucional, tanto a nivel de Comunidad autónoma, Conserjería de Educación, Ayuntamientos, con un marco común, orientativo, consensuado con las asociaciones de padres y madres, para que sean realistas y funcionales.
Los Centros de Profesores y recursos deberían potenciar investigaciones, innovaciones, jornadas, y todas aquellas actividades para favorecer este trabajo.
Si queremos una educación de calidad en la Escuela ¿Cómo olvidar a los principales educadores? ¿No son ellos los que transmiten actitudes, normas y valores? ¿Cómo puede adelantarse en la educación de los escolares, si lo que se enseñan no está en consonancia con lo que transmiten los padres? ¿No nos estamos quejando continuamente de la falta de preocupación de los padres en el hecho educativo de sus hijos? ¿Puede tener sentido que lo que se aprende en la escuela sea lo contrario de lo que vive en su casa?
En el momento actual, en esta sociedad deshumanizada, donde "todo vale" y la infancia está cada vez más desprotegida tanto físicamente como psíquicamente, este trabajo quiere ser un grito de esperanza a la vez que un toque de atención a las Instituciones Educativas, a los Colectivos Educadores y a los Padres, sobre la necesidad de trabajar unidos, de crear un espacio de debate sobre temas educativos de interés para todos, con el fin de formar Personas con Valores que les permitan ser felices.
¿Es obligación de la escuela la formación de los padres? ¿Es una nueva tarea, entre las múltiples que ya se han volcado en ella y ha ido asumiendo? La respuesta es una negativa rotunda, no ya porque no quiera asumirla, sino porque no debe asumirla.
La escuela puede ayudar a sensibilizar a los padres de la necesidad de esa formación, puede así mismo promover relaciones entre los padres, generar espacios para la realización de esta formación, pero nunca debe asumir la función de crear una Escuela de Padres porque es necesario para su funcionamiento estar convencidos de esta necesidad de formación, y esa necesidad debe ser sentida por ellos y dirigida por ellos mismos. En algunos momentos se ha creado escuelas de padres dentro de la Asociación de Padres y Madres de Colegios o de Institutos, y algunas funciona muy bien; en ocasiones se han creado Escuelas de Padres por parte de Ayuntamientos, y en ocasiones, la iniciativa ha surgido del Consejo Escolar de alguna Comunidad Autónoma, como la Comunidad Autónoma de Murcia, o la Consejería de Educación de Castilla - La Mancha.
La participación en estas Escuelas es muy baja, esto es un hecho real, basada en toda la bibliografía recogida y en las experiencias de los participantes en este estudio, bien porque muchos padres no disponen de tiempo, porque no consideran efectivas las sesiones, porque no pueden llevar a la práctica las soluciones por falta de estrategias, etc.
La creación de Escuelas de Padres debería tener un apoyo institucional, tanto a nivel de Comunidad autónoma, Conserjería de Educación, Ayuntamientos, con un marco común, orientativo, consensuado con las asociaciones de padres y madres, para que sean realistas y funcionales.
Los Centros de Profesores y recursos deberían potenciar investigaciones, innovaciones, jornadas, y todas aquellas actividades para favorecer este trabajo.
Si queremos una educación de calidad en la Escuela ¿Cómo olvidar a los principales educadores? ¿No son ellos los que transmiten actitudes, normas y valores? ¿Cómo puede adelantarse en la educación de los escolares, si lo que se enseñan no está en consonancia con lo que transmiten los padres? ¿No nos estamos quejando continuamente de la falta de preocupación de los padres en el hecho educativo de sus hijos? ¿Puede tener sentido que lo que se aprende en la escuela sea lo contrario de lo que vive en su casa?
En el momento actual, en esta sociedad deshumanizada, donde "todo vale" y la infancia está cada vez más desprotegida tanto físicamente como psíquicamente, este trabajo quiere ser un grito de esperanza a la vez que un toque de atención a las Instituciones Educativas, a los Colectivos Educadores y a los Padres, sobre la necesidad de trabajar unidos, de crear un espacio de debate sobre temas educativos de interés para todos, con el fin de formar Personas con Valores que les permitan ser felices.
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