Temas de una escuela de padres

TEMAS DE UNA ESCUELA DE PADRES
Los temas más ofertados en las distintas Escuelas de Padres consultadas se dividen en tres ámbitos diferentes:
1º Temas relacionados con el conocimiento y el estudio de los hijos.
2º Temas relacionados con la conducta y el conocimiento de las distinta etapas
3º Temas vinculados a situaciones familiares.
Se oye decir frecuentemente en los medios de comunicación, en algunos foros científicos y en conversaciones de tipo coloquial que hay una falta de valores en la sociedad y que la juventud actual carece de ellos, y esto no es cierto. Existen valores, aunque debido a los cambios científicos y tecnológicos, a las nuevas corrientes filosóficas, a las incongruencias de la vida moderna se ha producido una crisis de valores y actualmente, los valores de nuestros hijos no coinciden con los nuestros.



Cuando el hombre se enfrenta a la realidad, no percibe las cosas, los hechos, o situaciones de manera aislada, sino formando un todo compacto, por lo que los valores no se experimentan aisladamente; en cada instante percibimos un complejo campo de valores que nos atraen y que nos incitan a preferir unos a otros. Pero no sólo lo ordenamos, también comparamos unos con otros y elegimos anteponiéndolos, o posponiéndolos, es decir, los jerarquizamos. Todas las personas tienen una jerarquía de valores, que puede fluctuar de unas situaciones a otras.
¿Qué valores tienen nuestros hijos? ¿De dónde reciben estos valores? ¿Todos tenemos los mismos valores? ¿Cómo enseñarlos? ¿Quién debe enseñar los valores? ¿Qué valores enseñar?
Si está pregunta última la hubiéramos analizado hace cuarenta años, quizá la respuesta hubiese sido unánime, pero hoy en una sociedad democrática donde se impone el respeto a las ideologías, a las minorías, donde prima la tolerancia, la pregunta podría quedarse sin contestación, por las múltiples respuestas obtenidas. Pero la sociedad occidental, la que parte del mundo clásico, ha ido forjando y asumiendo unos valores universales, unos valores unánimemente aceptados. La educación debe basarse en esos valores universales basados en la dignidad de la persona humana, considerando como valor fundamental el ser persona, valores implícitos en los Derechos Humanos: libertad, igualdad, justicia, solidaridad, tolerancia, respeto, responsabilidad, salud, paz, democracia...
Se está produciendo una valoración inadecuada de los hechos, normas, conductas, hábitos...Los jóvenes hoy consiguen casi todo sin esfuerzo, y sus valores reales son: me gusta, me apetece, lo quiero, etc., y esto hace que un sector de la juventud no esté recibiendo la formación adecuada para llegar a formarse como persona.
Los padres deben educar en valores, favorecer la comunicación, supervisar y educar democráticamente porque es un deber ineludible.
¿Qué personas queremos formar? ¿Cómo queremos que sean nuestros hijos? Creo que cuando pensamos en ellos nos gustaría que fueran:
Personas felices.
Personas equilibradas, sanas, trabajadoras.
Que respeten a los demás, y a ellos mismos.
Personas honestas.
Que no culpen a los demás de sus fracasos.
Que valores más el ser que el tener
En definitiva, queremos lo mejor para ellos y ello implica darle unos valores. Para ello debemos educar con el objetivo moral de ser ciudadanos libres, democráticos, críticos y tolerantes.
Cada familia tiene sus propios valores pero si sintetizamos podremos enumerar los siguientes:
Autonomía
Responsabilidad
Justicia
Solidaridad
Libertad
Igualdad
Tolerancia
Respeto
Paz
Salud
Si queremos transmitirles lo que pensamos que es lo mejor para ellos, debemos llevar una pautas, unas normas que afectan a nuestra vida diaria, a nuestro ocio.
Los niños aprenden en sus primeros años imitando lo que ven, repiten conductas de sus padres, de sus hermanos, de sus maestros, de sus amigos..., por lo tanto, hay que actuar
como quieren que actúen sus hijos; si no quieren que sean violentos, no empleen la violencia con ellos; si no quieren que beban, no beban; porque hay que ser coherentes con los valores que se quieren transmitir, explicarle los motivos de las órdenes que se les dé, saber reconocer la labor bien hecha, dejarlos hacer cosas y no hacerlas por ellos, ayudando cuando lo demanden para no crear niños dependientes que no aprendan a resolver sus problemas.. No hay que ser excesivamente protectores y confiar en ellos, ayudándoles a superar las frustraciones, es decir, si no pueden alcanzarlo, ayudarlos a aceptar sus limitaciones.

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