Comentario de Hebreos 7,21-28

HEBREOS 7, 21-28
21El fue confirmado con este juramento: El Señor lo ha jurado y no se vuelve atrás: Tú eres sacerdote para siempre.
22. Esta es la prueba de que Jesús viene con una alianza mucho mejor.
23. Los sacerdotes anteriores se sucedían el uno al otro porque, siendo mortales, no podían permanecer. 24. Jesús, en cambio, permanece para siempre y no se le quitará el sacerdocio.
25. Por eso es capaz de salvar de una vez a los que por su medio se acercan a Dios. El sigue viviendo e intercediendo en favor de ellos. 26. Así había de ser nuestro Sumo Sacerdote: santo, sin ningún defecto ni pecado, apartado del mundo de los pecadores y elevado por encima de los cielos. 27. A diferencia de los sumos sacerdotes, él no tiene necesidad de ofrecer diariamente sacrificios, primero por sus pecados, y luego por los del pueblo. Y para el pueblo no lo hizo sino una sola vez ofreciéndose a sí mismo. 28. Así, pues, todo es insuficiente en los sumos sacerdotes que la Ley establece, mientras que ahora, después de la Ley, Dios habla y pronuncia un juramento para establecer al Hijo eternamente perfecto.

El contexto es el mismo que en el comentario anterior, porque se trata de la misma carta.
Después de mostrar las imperfecciones del sacerdocio levítico, porque este sacerdocio no lleva a la santificación definitiva, presenta lel sacerdocio de Cristo, confirmado con juramento por lo que al cambiar este tipo de sacerdocio tiene que traer una nueva ley, que no es otra que la evangélica.
Expone este nuevo sacerdote contraponiéndolo con el antiguo respecto a su permanencia para siempre, a tener una única ofrenda, a ser perfecto, porque se basa en el Juamento e dDios que es siempre fiel.

Teologicamente muestra la nueva Alianza traída por Cristo, con un nuevo sacerdocio en Cristo avalado por la fidelidad de Dios a la nueva alianza.

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