Comentario hebreos 5, 1-10

HEBREOS 5, 1- 10
1Todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres, y le piden representarlos ante Dios y presentar sus ofrendas y víctimas por el pecado.
2. Es capaz de comprender a los ignorantes y a los extraviados, pues también lleva el peso de su propia debilidad;
3. por esta razón debe ofrecer sacrificios por sus propios pecados al igual que por los del pueblo.
4. Pero nadie se apropia esta dignidad, sino que debe ser llamado por Dios, como lo fue Aarón.
5. Y tampoco Cristo se atribuyó la dignidad de sumo sacerdote, sino que se la otorgó aquel que dice: Tú eres mi Hijo; te he dado vida hoy mismo.
6. Y en otro lugar se dijo: Tú eres sacerdote para siempre a semejanza de Melquisedec.
7. En los días de su vida mortal, presentó ruegos y súplicas a aquel que podía salvarlo de la muerte; este fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas, y fue escuchado por su religiosa sumisión.
8. Aunque era Hijo, aprendió en su pasión lo que es obedecer.
9. Y ahora, llegado a su perfección, es fuente de salvación eterna para todos los que le obedecen,
10. conforme a la misión que recibió de Dios: sacerdote a semejanza de Melquisedec.

Esta carta, distinta de las demás de San Pablo, donde no aparece su nombre y que ha sido motivo de los problemas en su canonicidad, tiene como motivo principal advertir a los fieles de Judá, que se sentían atrídos por la suntuosidad del Templo y le parecía pobre el culto del incipiente cristianismo, de la superioridad de la ley evangélica y de su culto sobre la ley y el culto mosaico, porque Jesucristo es superior a Moises, superior a los angeles, porque es Hijo de Dios al que está sujeto el mundo, que sufrió y murió por todos; les recuerda la colera del Señor ante la incredulidad y les conmina a descansar en El.
En esta situación, hablando a los judios, que conocían la antigua ley y el antiguo sacerdocio es donde se contextauliza ente texto.
Los israelitas tenían al Sumo sacerdote, y Pablo presenta a Jesucristo como el Sumo sacerdote de esta nueva ley.
Afirma que el Pontifice de la ley antigua, elegido por Dios como es el caso de Aaron y sus descendientes, es hombre, porque es elegido entre ellos, para realizar la misión encomendada, que es realizar ofrendas para conseguir la misericordia de Dios, tanto para el propio sacerdote como para todo el pueblo pecador.
Cristo fue elegio por Dios, para ser Sumo Sacerdote según Melquisedec, cuya superioridad sacerdotal está por encima de la de los descendientes de Leví, y aunque era Hijo de Dios, se ofreció en sacrificio por obediencia al Padre. Con esa muerte sacrifical, redime a los hermanos.
Estos versículos son muy importantes en el ministerio sacerdotal, porque muestra la entrega oblativa de Cristo por los pecados de los hombres, a Dios, que sin ser de la tribu de Levi es sacerdote cambiando el sentido de los sacrificios, ya que es El mismo quien se ofrece en sacrificio por amor, renunciando a todos los privilegios de los sacerdotes, anonadándose para ser medidador perfecto entre Dios y los hombres.

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