¿Se ha integrado la mujer en la sociedad en condiciones de igualdad?

¿Se ha integrado la mujer en condiciones de igualdad?
Las ideas de modernidad, en contraposición a las ideas de feudalismo y regímenes absolutistas, significaron un avance radical en la historia de la humanidad.
Estas concepciones basadas en la modernidad, constituyeron un factor liberador basado en la justicia social. Sin embargo, la organización de los hombres y las mujeres no se orientó por estos principios. La valoración de lo femenino y lo masculino no estaba basada en los ideales de equidad y autonomía. Las mujeres eran excluidas de la participación pública y las recluyeron en los espacios privados, e incluso se les negaba la racionalidad, se las sometía a la autoridad incluso en el ámbito de lo privado. Se les negaba el acceso a la educación, a poseer bienes, a desarrollarse... En nombre de la religión, de la biología y de la naturaleza, se mantuvieron las relaciones desiguales entre hombres y mujeres.
En un principio, la mujer estaba limitada al ámbito familiar y casi todas sus relaciones eran privadas, pertenecían al ámbito domestico y en este ámbito se le niega la posibilidad de educarse. La historia del acceso de las mujeres al conocimiento tiene tres momentos importantes:
1º desde el renacimiento hasta el triunfo de la revolución científica en el siglo XVII cuando se plantea el acceso a la educación elemental. Pero incluso en este momento, ilustres pensadores como Luís Vives o Erasmo de Rótterdam se plantea su educación no para ellas sino porque están con los hijos, es decir, no se cuestionan la inferioridad que ellas tienen sino como mal menor, en beneficio de esos hijos. En este momento, algunas mujeres educadas, alzan la voz a favor de la educación de las mujeres e incluso se empieza a afirmar que son iguales a los hombres.
2º el segundo momento histórico se produce en la segunda mitad del siglo XIX, cuando se plantean el acceso a la universidad, primero segregadas y como oyentes y después para licenciarse o doctorarse. Muchas mujeres pusieron sus fortunas para crear escuelas superiores donde la mujer estudiase, y se licenciaban en universidades femeninas.
3º el tercer momento se conoce como la segunda ola del feminismo, y se caracteriza no ya por la lucha, por el acceso a la educación o a la enseñanza superior, sino por plantearse por qué hay tan pocas mujeres, en un primer momento, estudiando ciencias y en un segundo momento, porque hay tan pocas mujeres en los puestos de responsabilidad o detentando el poder.
Se ha estudiado el currículo de estos estudios, se ha buscado estereotipos en los que puedan mirarse las mujeres, se ha pasado de la escuela mixta a la coeducación. El paso siguiente fue hacerse una serie de preguntas como: si se consigue la igualdad de oportunidades con respecto a los estudios, ¿por qué no acceden con esa misma igualdad a los puestos de responsabilidad? ¿Es que falla el principio de igualdad de oportunidades?
Y estos lo aplicamos a los países desarrollados, porque aún hay países donde la mujer no es valorada, el nacimiento de una hija es una desgracia, se vende por poco dinero, se lapidan, se violan como reparación de justicia (las castas) todas estas noticias son del siglo XXI
Las mujeres se han opuesto a su exclusión y se han movilizado para acceder al mundo público y desarrollar las distintas potencialidades como personas. Han intentado recuperar la justicia predicada por la modernidad. Su acción política ha contribuido a una nueva etapa de la sociedad, donde los hombres y mujeres sean complementarios. Para eso es necesario dotar a las mujeres de recursos materiales, sociales, políticos y culturales de manera que no sean dependientes del hombre, sino que basen su seguridad en sus propias capacidades.
En el mundo actual, cada vez más complejo es necesario recorrer ese camino de libertad y justicia, y exige un gran esfuerzo de reflexión, y creatividad individual y colectiva e institucional. Se debe potenciar el debate, el acuerdo, la negociación y la redistribución de oportunidades. Las mujeres constituimos más de la mitad de la humanidad. Contribuimos en las tareas esenciales para la vida y seguimos subvaluadas. Queremos una sociedad fundada en la igualdad, la libertad, la solidaridad, la justicia y la paz.




Ante estas preguntas y estas reflexiones, a veces sin solución rápida porque es necesario que pasen varias generaciones, debemos proponer unos recursos para conseguir la erradicación de la dominancia de una parte de la sociedad sobre otra.

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