Significado del Bautismo
La unicidad y la irreiterabilidad del sacramento del Bautismo
El Bautismo constituye el fundamento de la comunión entre todos los cristiano e incluso con los que todavía no están en plena comunión con la iglesia.
Es un vinculo sacramental de unidad. Imprime en el cristiano un sello indeleble de su pertenecia a Cristo, que no se borra con ningún pecado y por tanto, no puede ser reiterado.
Por el Bautismo el Espíritu Santo nos da el sello de la vida eterna. Si se permanece fiel a las exigencias del Bautismo, podrá gozar de la visión bienvanturada de Dios, y en la esperanza de la resurrección. Según el Concilio de Trento, confiere el derecho condicional a la recompesa del cielo. Después del Concilio Vaticano II se pasa de un simple medio de salvación a ser un acontecimiento salvífico, comunión con el misterio redentor.
San Pablo en 1 Co 6,11, afirma que por el Espíritu Santo el Bautismo es un baño que purifica, santifica y justifica. En él se da el don del Espíritu Santo quien ofrece a todos la posibilidad de que, de un modo sólo conocido por Dios, se asocien al misterio pascual, purifiquen sus pecados, se produzca el nuevo nacimiento en el Espíritu, se renueven y sean templos de El, y obtengan el sello para el día de la resurrección.
El Bautismo constituye el fundamento de la comunión entre todos los cristiano e incluso con los que todavía no están en plena comunión con la iglesia.
Es un vinculo sacramental de unidad. Imprime en el cristiano un sello indeleble de su pertenecia a Cristo, que no se borra con ningún pecado y por tanto, no puede ser reiterado.
Por el Bautismo el Espíritu Santo nos da el sello de la vida eterna. Si se permanece fiel a las exigencias del Bautismo, podrá gozar de la visión bienvanturada de Dios, y en la esperanza de la resurrección. Según el Concilio de Trento, confiere el derecho condicional a la recompesa del cielo. Después del Concilio Vaticano II se pasa de un simple medio de salvación a ser un acontecimiento salvífico, comunión con el misterio redentor.
San Pablo en 1 Co 6,11, afirma que por el Espíritu Santo el Bautismo es un baño que purifica, santifica y justifica. En él se da el don del Espíritu Santo quien ofrece a todos la posibilidad de que, de un modo sólo conocido por Dios, se asocien al misterio pascual, purifiquen sus pecados, se produzca el nuevo nacimiento en el Espíritu, se renueven y sean templos de El, y obtengan el sello para el día de la resurrección.
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