Texto de Vaticano II
texto del Vaticano II
“Los miembros tienen la misma dignidad por su nuevo nacimiento en Cristo, la misma gracia de hijos, la misma vocación a la perfección, una misma gracia, una misma fe, un amor sin divisiones. En la Iglesia y en Cristo, por tanto, no hay ninguna desigualdad por razones de raza o nacionalidad, de sexo o condiciones sociales”. LG 32
Comentarios:
En este texto se explicita todos los efecto del bautismo poniendo como punto central la unidad.
Afirma la misma dignidad de todos, porque si Dios nos hizo a su imagen y semejanza, con su muerte por todos los hombres indica que ama a todos y a cada uno de ellos, sin importarle cualquier circunstancia que le afecte.
Todos los hombres ante Dios tienen los mismos derechos y los mismos deberes, porque todos son Hijos nacidos de sacrifico.
Al hablar de la misma vocación a la perfección implica que todos los hombres, con diferentes capacidades, motivaciones, aptitudes, tienen que buscar ese Bien que Dios nos da, que cada uno podrá avanzar en esa perfección según su realidad, y que Dios, que conoce el fondo de cada uno, exigirá según se halla esforzado.
Somos uno pero somo diversos, porque Dios, ha dado a cada cúal los dones que ha querido.
Ante Dios no hay desiguladades entre los hombres,en cuanto a discriminación racial estatus social o género.
Todos somos sus hijos, y como padre, no puede establecer separaciones.
“Los miembros tienen la misma dignidad por su nuevo nacimiento en Cristo, la misma gracia de hijos, la misma vocación a la perfección, una misma gracia, una misma fe, un amor sin divisiones. En la Iglesia y en Cristo, por tanto, no hay ninguna desigualdad por razones de raza o nacionalidad, de sexo o condiciones sociales”. LG 32
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En este texto se explicita todos los efecto del bautismo poniendo como punto central la unidad.
Afirma la misma dignidad de todos, porque si Dios nos hizo a su imagen y semejanza, con su muerte por todos los hombres indica que ama a todos y a cada uno de ellos, sin importarle cualquier circunstancia que le afecte.
Todos los hombres ante Dios tienen los mismos derechos y los mismos deberes, porque todos son Hijos nacidos de sacrifico.
Al hablar de la misma vocación a la perfección implica que todos los hombres, con diferentes capacidades, motivaciones, aptitudes, tienen que buscar ese Bien que Dios nos da, que cada uno podrá avanzar en esa perfección según su realidad, y que Dios, que conoce el fondo de cada uno, exigirá según se halla esforzado.
Somos uno pero somo diversos, porque Dios, ha dado a cada cúal los dones que ha querido.
Ante Dios no hay desiguladades entre los hombres,en cuanto a discriminación racial estatus social o género.
Todos somos sus hijos, y como padre, no puede establecer separaciones.
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