Comentario a la carta a Policarpo

Carta a Policarpo de San Ignacio de Antioquía

“Yo te exhorto, por la gracia de que estás revestido, a que aceleres el paso en tu carrera y a que tú, por tu parte, exhortes a todos para que se salven. Desempeña el cargo que ocupas con toda diligencia de cuerpo y espíritu. Preocúpate de la unidad, pues no existe nada mejor que ella. Llévalos a todos sobre ti, como a ti te lleva el Señor. Sopórtalos a todos con espíritu de caridad, como ya lo haces. Dedícate sin pausa a la oración. Pide mayor inteligencia de la que ya tienes. Permanece alerta, como espíritu que desconoce el sueño. Habla a los hombres del pueblo al estilo de Dios. Carga sobre ti, como perfecto atleta, las enfermedades de todos. Donde mayor es el trabajo, allí hay más ganancia.



Si sólo amas a los buenos discípulos, ningún mérito tienes. El mérito está en que sometas con mansedumbre a los más pestíferos. No toda herida se cura con el mismo emplasto. Los accesos de fiebre cálmalos con aplicaciones húmedas.
Sé en todas las cosas prudente como la serpiente, y al mismo tiempo sencillo como la paloma. Por esto justamente eres a la par corporal y espiritual, para que trates con dulzura aquellas cosas que se muestran a tus ojos, y las invisibles ruegues que te sean reveladas. De este modo nada te faltará, sino que abundarás en todo don de la gracia.
El tiempo requiere de ti que aspires a alcanzar a Dios como el piloto anhela prósperos vientos, y el navegante, sorprendido por la tormenta, desea el puerto. Sé sobrio, como un atleta de Dios. El premio es la incorrupción y la vida eterna, de la que también tú estás persuadido. En todo y por todo soy rescate tuyo, y conmigo mis cadenas que tú amaste”.



Comentario:

Está carta la escribe San Ignacio de Antioquia a Policarpo obispo de Esmirna, cunado fue llevado de Siria a roma para ser martirizado en tiempos de Trajano, emperador romano.
Ignacio de Antioquia, es un Padre Apostólico, por tanto muy cercano a los Apóstoles y como consecuencia de este hecho, es consciente de enfrentarse a la tarea de iniciar la formación cristiana como se reflejan en la siete cartas en su viaje hacia Roma.
Es un súbdito romano y los emperadores, aunque exigían la práctica de la religión oficial romana, eran tolerantes con las religiones de las tierras conquistadas, pero no fue así con los cristianos, que aunque tuvieron épocas de paz, sin embargo fueron perseguidos y martirizados. Trajano, (98-117) quiso ser tolerante, pero San Ignacio fue martín durante su mandato.
El cristianismo se estaba helenizado porque el idioma utilizado era el griego y se conservaban todas las filosofías anteriores como cínicos, epicúreos, estoicos, etc. Estas ideas eran conocidas por los Padres que se formaron con ellas. En su tiempo estaba propagándose el docetismo, un error griego que negaba la verdad de la Encarnación del Logos divino.
Este texto esta escrito por San Ignacio a un obispo y se trasluce en su texto que la comunidad cristina se centra en la figura del episcopós, quien representa a Dios. Esta idea de unidad de Cristo frente al docetismo, así como entre el cristiano y Cristo, se muestra en la estructura jerárquica, sin la cual no hay Iglesia.
Empieza con una exhortación a la diligencia que debe tener el obispo en su misión, que es conseguir la salvación de los fieles.
Ese sentido jerárquico esta expresado en:”Llévalos a todos sobre ti como a ti te lleva el Señor”. Porque el obispo representa a Dios y el obispo es el centro de la Iglesia.
Pasa después a darle consejos para ejercitar la caridad, la oración, a ocuparse de los más débiles, a ser cauto y valiente, etc.
El motivo es alcanzar la vida eterna.
El estilo en que está escrito es simple, directo y casi coloquial, donde sigue el modelo de las cartas de los Apóstoles, exponiéndoos su teología de forma simple y con vocabulario comprensible.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Clasificación de valores en Ortega y Gasset

diferencia entre Sinodo y Concilio

Diferencias y semejanzas entre el Bautismo de Juan Bautista y Jesús