¿Quién es el autor de la Biblia?

Dios para revelarse a los hombres, les habla en palabras humanas de forma semejante a como la Palabra del Padre se hizo semejante a los hombres por la Encarnación.

En la Sagrada Escritura Dios dice solo una Palabra, su Verbo único, en quien él se dice en plenitud.

Toda la escritura es Palabra de Dios Por esta razón, la Iglesia ha venerado siempre las divinas Escrituras como venera también el Cuerpo del Señor. No cesa de presentar a los fieles el Pan de vida que se distribuye en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo (cf. DV 21).


Pero esta Palabra está expresada con palabras humanas y escrito por hombres inspirados por el Espíritu Santo. La iglesia ha ido aclarando esta idea ante los ataques racionalistas, los avances científicos y los descubrimientos de documentos como los descubiertos en el Qunram.

Así, el Concilio Vaticano I definió dogmáticamente que en virtud del carisma de la Inspiración la Sagrada Escritura, tiene a Dios por su autor y en consecuencia no tiene error. Los libros sagrados, inspirados tienen una finalidad eclesial y comunitaria, porque son entregados como tales a la iglesia.

Posteriormente León XIII con su encíclica Providentissimus Deus, aclaró la doctrina sobre la inerrancia y el concepto de autor sagrado. Benedicto XV Spiritus Paraclitus, viene a precisar la verdad de los textos históricos de la Biblia.

Pío XII, Divino Aflante Spiritu acepta el principio de los géneros literarios e introduce una gran novedad en la nomenclatura usada hasta la época. Al referirse a la instrumentalidad de los autores humanos usa por primera vez la expresión instrumentos vivos y racionales con lo que se da un gran paso adelante en la misma línea de afirmación del verdadero carácter de autores que tienen los escritores humanos, aunque esta palabra de “autor” humano todavía no se usará hasta la Dei Verbum.

La Constitución dogmática Dei Verbum del Vaticano II presenta una perspectiva diferente. Su doctrina central es la doctrina sobre la revelación. La plenitud de la revelación tiene lugar en Cristo. Los apóstoles tienen un mandato explícito de transmitirla y lo hacen mediante la predicación oral y la consignación escrita. Hay pues, una economía de revelación y una economía de revelación y transmisión.

Revelación e inspiración son dos carismas diferentes de los cuales el segundo se ordena a la puesta por escrito de lo conocido por la revelación.

Dios y el hombre son autores de la Biblia: Dios en sentido propio como causa, no como escritor; el hombre como autor literario y escritor en sentido estricto.

Lo más importante que hay que subrayar es el concepto de “verdaderos autores” aplicado a los hagiógrafos. Ellos son ahora los autores en sentido propio y estricto. Dios es autor en sentido metafórico y no propio y estricto.
La Biblia en palabra de Dios y palabra de Hombre

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