Feminismo ¿si o no?
Acabo de leer esta noticia que me hace reflexionar:
La «ideología de género», ese constructo que postula que el sexo no existe se construye, que no es una realidad biológica es una elección o una cuestión cultural, ha recibido un fuerte varapalo en la zona donde más tiempo lleva implantándose: Escandinavia e Islandia.
El Consejo Nórdico de Ministros (Consejo Intergubernamental de Cooperación Nórdico: Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia) ha decidido dejar de financiar el «Instituto nórdico de investigaciones de género», el NIKK. Un periodista y sociólogo, Harald Eia, rodó un largo y devastador documental «Hjernevask» –lavado de cerebro–, que sacaba a la luz la enorme jeta y la falta de base científica de la «ideología de género», sostén ‘intelectual’ del feminismo patanegra, la ideología queer y toda la pantomima homosexualista.
Pienso que se ha desvirtuado muchas de las opciones de defensa de igualdad de género. No decir a un niño si es de un género u otro para que el decida su sexo es una monstruosidad. El hombre y la mujer somos distintos tanto en el cuerpo como en la mente. Cuando se habla de igualdad de género se debe dejar claro que se refiere a la igualdad de derechos humanos porque ambos son personas. No es de justicia recibir distinto salario por ser mujer u hombre, no se debe permitir discriminaciones en los derechos laborales, ni familiares, ni en ningún ámbito. Pero somos distintos en muchos aspectos.
El preconizar esto no significa no estar de acuerdo con un feminismo que empodere a la mujer, que rompa el techo de cristal, que se defienda los derechos de tantas mujeres que aún siguen como esclavas sexuales, que no reciban educación... Hay tantos motivos para defender a la mujer, pero sin caer en extremismos ni confundir las mentes
La «ideología de género», ese constructo que postula que el sexo no existe se construye, que no es una realidad biológica es una elección o una cuestión cultural, ha recibido un fuerte varapalo en la zona donde más tiempo lleva implantándose: Escandinavia e Islandia.
El Consejo Nórdico de Ministros (Consejo Intergubernamental de Cooperación Nórdico: Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia) ha decidido dejar de financiar el «Instituto nórdico de investigaciones de género», el NIKK. Un periodista y sociólogo, Harald Eia, rodó un largo y devastador documental «Hjernevask» –lavado de cerebro–, que sacaba a la luz la enorme jeta y la falta de base científica de la «ideología de género», sostén ‘intelectual’ del feminismo patanegra, la ideología queer y toda la pantomima homosexualista.
Pienso que se ha desvirtuado muchas de las opciones de defensa de igualdad de género. No decir a un niño si es de un género u otro para que el decida su sexo es una monstruosidad. El hombre y la mujer somos distintos tanto en el cuerpo como en la mente. Cuando se habla de igualdad de género se debe dejar claro que se refiere a la igualdad de derechos humanos porque ambos son personas. No es de justicia recibir distinto salario por ser mujer u hombre, no se debe permitir discriminaciones en los derechos laborales, ni familiares, ni en ningún ámbito. Pero somos distintos en muchos aspectos.
El preconizar esto no significa no estar de acuerdo con un feminismo que empodere a la mujer, que rompa el techo de cristal, que se defienda los derechos de tantas mujeres que aún siguen como esclavas sexuales, que no reciban educación... Hay tantos motivos para defender a la mujer, pero sin caer en extremismos ni confundir las mentes
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