Revelación, Balthasar y Gonzalez de Cardedal

Balthasar afirma que ”la revelación de Dios no es ningún objeto para mirar, sino que es su propia acción en y para el mundo, la cual puede se respondida y así comprendida por el mundo mediante su acción” . OGC, está en sintonía cuando afirma que las palabras solas, sean de Dios o del hombre, no tienen fuerza para transformar el mundo, si no van unidas con aquel poder interior que acompaña al sonido exterior .
Este poder interior es el poder de la acción

La percepción característica de la era moderna es que Dios llama al hombre desde dentro de sí, desde su más profundo centro y no desde fuera, dejándosele sentir como lo supremo necesario para ser hombre, fundar la libertad, asegurar la justicia y crear sentido. Dios suscita esta conciencia de necesidad e indigencia para dase al hombre como una inmensa riqueza y propuesta, pero a la vez le hace sentir su soberanía, transcendencia y santidad, como noche oscura, a fin de que lo descubra como Dios y no lo confunda con un mero instrumento a su servicio. La religión tiene que encontrar su senda entre una funcionalización de Dios, que lo convierte en pieza al servicio de su propia divinización, y una afirmación tal de su gratuidad trascendente que lo deje ajeno a la existencia e insignificante para el destino humano. Dios es necesario en cuanto Dios y por ello gratuito. El cristianismo es un humanismo que surge del Hijo crucificado y resucitado, no de Adán y Prometeo autodivinizándos.
…La palabra en el cristianismo no viene desde fuera, sino desde dentro: Dios se revela desde el corazón de una persona.