Humanidad. González de Cardedal




O. González de Cardedal, Ser hombre, entre la verdad y la libertad, en CT 4 (2012)11-20. Lección en la inauguración del Curso académico 2011-12 en el C.M. Tomás Luis de Victoria

“La palabra “hombre” abarca aquí masculinidad y feminidad, en el sentido de “ánthropos” en griego, “homo” en latín o “Mensch” en alemán, que está más allá de las determinaciones biológicas y designa lo común humano”. Así comienza González de Cardedal su conferencia situando el concepto hombre para designar lo que tiene en común los hombres y las mujeres.
Al preguntarse sobre qué es el hombre propone a cinco textos sobre el imperativo “Sé hombre”. 
La Universidad tiene que descubrir la verdadera humanidad, sacar al estudioso de mundo originario, abrir a otros mundos para descubrir que hay otro mundo fuera del entorno propio. La tarea de la Universidad es descubrir la propia humanidad y aprender a pensar, aprendiendo métodos y conocimientos Esta tarea se lleva a cabo no directamente, sino a través de estudios concretos, de ejercitaciones precisas, en un campo de los saberes, adquiriendo una cualificación profesional que lleva consigo fundamentalmente dos grandes cosas: el aprendizaje de métodos y un conjunto de saberes.
Olegario para pasar de lo universal a lo concreto y responde a :¿qué es ser hombre, qué es realizar la verdadera humanidad? Ha elegido cinco textos de momentos humanos muy distintos y en obras de género literario muy diverso.
Primer texto es de la Ilíada de Homero, Canto V, 28 y 32 donde se enaltece el valor, el heroísmo, realizar la tarea asignada. Sería la antítesis de cobardía, negación de humanidad. Ante un desafío el hombre responde con heroísmo, ensalzándose, o bien con la cobardía, degradándose. La provocación de ayudar a un prójimo en necesidad se da cuando uno no lo espera. Si uno ha vivido la verdad, cuando llega la provocación del heroísmo, responde en verdad.
El segundo texto es de la Biblia 1 Re 2,13, donde se describe la muerte del rey David . Ya no se refiere a la tarea, sino a ser fiel a Yahvé, siendo piadoso, teniendo fe, oyendo la palabra, obedeciendo su preceptos y mandatos.
El tercer texto es de Shakespear, la escena quinta de Julio Cesar, en el contexto del asesinato aparece el patriotismo, la fidelidad
El cuarto texto es un poema de Rudyard Kipling con un título If , donde ser hombre es tener carácter, prudencia y fortaleza. 
El quinto es de Miguel de Unamuno, titulado “Nada menos que todo un hombre” en el sentido con dejar que el dinamismo de verdad inherente a lo humano se despliegue y de alguien podamos decir: “era nada menos que todo un hombre.
Resumiendo estos cinco textos ser hombre es : tener una serie de cualidades como valor, heroísmo, prudencia, fortaleza fidelidad a Dios dándole culto, siendo fiel y cumpliendo sus mandatos, poseer patriotismo, tener carácter y dejar que el dinamismo de verdad inherente a lo humano se despliegue. Todo esto es ser hombre.
Pero González de Cardedal afirma que hay palabras que enuncian la verdadera humanidad: verdad, libertad, sacralidad (recordemos la frase clásica repetida a lo largo de la historia “res sacra homo”), dignidad, responsabilidad, seriedad. 
Afirma: “Una vida humana se logra cuando se conocen, integran y trenzan en la medida necesaria los elementos objetivos, externos, universales, con los elementos personales, individuales, subjetivos, esto es, cuando se trenza la verdad con la libertad, sin predominio de una sobre la otra. En las épocas clásicas ha predominado la verdad y en la moderna la libertad Y ambas son esenciales para la vida humana. 
No hay verdad cuando no respetamos las cosas, al prójimo, a nosotros mismos, porque la vida y las cosas nos están entregadas para conocerlas, servirnos de ellas y transformarlas cuando nos es posible, pero respetándolas siempre en sus exigencias objetivas, sin violentarlas ni destruirlas. Es objetividad. Dios nos ha creado creadores, pero no dueños del mundo ni del prójimo. Y hay que aprender ese respeto en la juventud siguiendo a Platón, a Cristo (la verdad os hará libres) o a Newman(“la búsqueda en serio de la ver- dad es un requisito indispensable para encontrarla... La conciencia es la voz de Dios en la naturaleza y en el corazón del hombre”). En el cristianismo Dios se revela al hombre, le precede pero le acompaña, le ha hecho capaz de oírle, entenderle y responderle. La revelación se da en forma no de imposición sino de apelación, conversación y diálogo con el hombre. La desvelación de Dios –sentido etimológico de la palabra griega “alétheia” que traducimos por verdad– acontece mediante la recepción del hombre en libertad.
La verdad de Dios y la libertad del hombre son correlativas: sólo existe la una con la otra. Se es hombre desde la verdad para la libertad y desde la libertad para la verdad. La libertad del hombre viene de la verdad y encamina hacia la verdad en descubrimiento, obediencia y creatividad. La libertad implica asumir riesgos y exige aceptar responsabilidades. 
La verdad y la libertad remiten al Amor porque la verdad sin amor es dictadura, y la libertad sin amor, lleva a la soledad, al vacío. 
Verdad, libertad y amor resumen la verdadera humanidad.


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